LAS VERDADES DE PEROGRULLO
Edmundo López Bonilla
Para que el desarrollo se
sostenga es necesario el consumismo, y
la propaganda usa los medios a su alcance para crear necesidades ficticias, porque las básicas por sí mismas garantizan
la pervivencia del mercado. Pervivencia artificial que las campañas mercantiles
que saturan los medios televisivos, hacen efectiva con su discurso que parece
siempre novedoso y elogia la eficacia no comprobada de cuanta cosa pueda uno
imaginar.
Pero,
¿sabía usted que el Pentágono alienta la guerra para ofrecer a los países que
tienen la desgracia de enfrascarse en esos desgraciados conflictos, como una
mercancía más, productos y servicios que harán a las guerras más cruentas, pero
no siempre victoriosas? Como sucede en nuestro suelo con la guerra que no es
guerra, sino lucha, que libran el ejército, la marina y la policía.
El
corresponsal del periódico La
Jornada David Brooks nos dice: “Nueva York, 22 de noviembre. Una casi desconocida oficina dentro de la gigantesca
burocracia del Pentágono es la encargada de otorgar contratos multimillonarios
a empresas privadas para las misiones estadunidenses antinarcóticos y
antiterroristas o –como dice– “la amenaza narcoterrorista” en México, Afganistán, Pakistán, Colombia y otras
partes del mundo”.
En el cuerpo de la nota se informa que esas empresas pueden suministrar desde
mercenarios, hasta entrenamiento de pilotos. La entidad se llama
Oficina del Programa Contra Narcoterrorismo del Departamento de Defensa (CNTPO,
por sus siglas en inglés), y otorgará a
empresas privadas, contratos que tendrán un valor total de más de 3 mil
millones de dólares. CNTPO “solicita
empresas de seguridad para todo tipo de actividades bajo el rubro de enfrentar
el narcoterrorismo, que
van desde misiones para capacitar pilotos de helicópteros Black Hawk y
otros para la
Secretaría de Seguridad Pública mexicana, a entrenar
comandos navales en Azerbaiyán o mejoramientos en protección de fuerzas
antiterroristas para la vigilancia fronteriza entre Pakistán y Afganistán,
según su anuncio oficial difundido por el gobierno federal al sector
empresarial examinado por La
Jornada”. (La Jornada, 22 de noviembre de 2011).
Sería
interesante saber si la creación de CNTPO tiene relación con el descontento de
un sector de la opinión pública de los Estados Unidos de Norteamérica, con
referencia a la solicitud de desaparición del centro de enseñanza militar Escuela
de las Américas (SOAW, por sus siglas en inglés). “A principios de este año, 69
congresistas pidieron al presidente Barack Obama que ordenara por decreto el
cierre de la ex Escuela de las Américas, y el mes pasado el representante
demócrata Jim McGovern presentó un proyecto de ley para suspender sus
operaciones e investigar las violaciones a los derechos humanos cometidas en
América Latina”. (La Jornada ,
21 de noviembre de 2011).
Los viejos lectores de la revista Selecciones Reader’s Digest, saben, —por los
encomiosos artículos de aquella época— que la Escuela de las Américas fue
fundada en 1946 y funcionó en algún lugar de Panamá, donde permaneció hasta
1984, adiestrando militares de los países latinoamericanos, y también
resultaría interesante enterarnos de cuántos dictadores y asesinos que han
sufrido estos países, se adiestraron en sus aulas y en las selvas panameñas. Durante
la guerra fría, y su paranoia de cazar comunistas o descontentos que
llevaron su desesperación a la militancia en la guerrilla, sus
instalaciones sirvieron para formar a miles de oficiales latinoamericanos en
tácticas de contrainsurgencia o espionaje. Después de 1984, la Escuela de las
Américas fue trasladada al estado norteamericano de Georgia, donde funciona
desde entonces. En el año de 2001 el nombre de la escuela cambió por el de Instituto
del Hemisferio Occidental para la Cooperación de la Seguridad (IHOCS, siglas en español).
Como quiera que sea, el Pentágono trasladó a la
iniciativa privada algunas de las tareas del IHAOCS, como el adiestramiento
para tripular helicópteros Black Hawk y para mantenimiento de las mismas naves,
y hasta el reclutamiento, equipamiento y pagos a mercenarios. La nota no habla
de armas, pero para eso están los “operativos “Rápido y furioso” y el
contrabando en una extensa y porosa frontera.
Retorno al principio. Los empresarios y el gobierno
de los Estados Unidos de Norteamérica, entrenados desde siempre para ser
“ganadores”, son hábiles comerciantes y si no hubiere quién les comprara sus
productos y sistemas bélicos, crearán las condiciones para un óptimo consumo. Sobran
ejemplos en el mundo. Durante el periodo de la guerra fría, el enemigo fue el
comunismo, pero el comunismo yace en el panteón de las cosas inútiles y para
sustituirlo surgieron las amenazas del terrorismo y del narcoterrorismo. Ambas
cosas condenables y con suficiente motivo para ser combatidas.
El prietito del arroz, es que una importante cantidad
de ciudadanos de ese país son adictos a las
drogas, y por lo tanto, ni el propio gobierno se atreve a desmentir que
son el mercado de drogas más grande e insaciable del mundo. La experiencia
histórica de la prohibición del alcohol a principios del siglo XX, les hace ser
cautelosos; “soportan” el flagelo y
trasladan el trabajo de controlar, disminuir o abatir el trasiego de enervantes
a los países que están en la ruta de la droga y fomentan el consumismo de todo lo necesario para estos
menesteres, en un mercado siempre en auge.
Cabe preguntarse, ¿hasta dónde se infla el problema
en afán de que la Oficina del Programa Contra Narcoterrorismo del
Departamento de Defensa, garantice rentabilidad a los contratistas? Porque está
visto que los productores de armas saben manejar con perfección su negocio.
O
en otra posibilidad, ceder ante la tentación se equiparar el problema con un
botín político. “Washington, (OEM-Informex). Rick Perry, gobernador del estado de Texas
y precandidato a la presidencia de Estados Unidos por el Partido Republicano,
aseguró que grupos terroristas islámicos como Hezbollah y Hamas, trabajan y
tiene presencia en México. (…) Durante el debate organizado por la cadena de
televisión CNN entre los 8 aspirantes a la nominación presidencial por el
Partido Republicano, Perry incluso declaró que es tiempo de que Estados Unidos
aplique la “Doctrina Monroe” ajustada al siglo XXI. (…) “Hammas y Hezbolá (sic)
trabajan en México… también Irán…(…) Creando un poco más de controversia sobre
el tema, el gobernador de Texas, quien ya había
dicho que para evitar que la
narcoviolencia mexicana contagie a Estados Unidos, él como presidente enviaría
tropas al territorio mexicano…(…) Sin presentar evidencias para sustentar su
afirmaciones respecto a la presencia de grupos terroristas en México, ni
abundar con mejor detalle en el tema fronterizo, Perry incluso apuntó que, de
ganar la Presidencia de
su país, tomaría medidas extremas para contener un posible contagio de narcoviolencia, y para parar al
(sic) flujo de inmigración indocumentada”.
Doctrina
Monroe, narcoterrorismo, narcoviolencia, inmigración indocumentada. Todo revuelto
y al tun tun, al fin se trata de ganar votos de sufragistas sumidos en el miedo
desde la época de George W. Bush
* * *
* * *
En afán de parecerse cada vez más
a lo vecinos del norte, el gobierno de México, prometió pagar una parte del
aguinaldo a los burócratas, para esas
personas tuvieran con que celebrar el “Día de Gracias”. —Fiesta gringa que nada
tiene que ver con nuestras tradiciones, y sólo —supongo… solamente supongo— faltó
que aquí en México, entre risas y comentarios jocosos, también se le perdonara
la vida a dos guajolotes albinos—. Pero
el “recurso” no llegó a tiempo, y ese otro consumismo que no incluyó entre sus
ofertas artículos necesarios o básicos, bautizado por sus promotores como: “El
Buen Fin” hubo de “pagarse” con dinero de plástico. Los comerciantes opinan que
sus ventas “repuntaron” y todos felices… Enero no tarda en llegar.
25 de noviembre de 2011
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